miércoles, 27 de mayo de 2009

RAMAS

En sus oscuros ojos, ella
se ocultaba de la verde noche.
Ocultaba, verde, en ojo y pupila.

Los negros árboles, ríos que avanzaban.

Un día, llevó en sus pies la frase
"ya no puedo
yo no puedo
ya no".
Era de noche.

Yo, la noche verde,
soy - era - sus ojos rojos
y sus oscuros árboles,
ríos, rojos pies.

Las negras pupilas llamaban: "ya no".

Un día llevé sus secretos
y la llevé, una vez sólo.
Era de noche.

Un día que no hubo noche
nos perdimos
y alguien muy inteligente
- digamos, una rama -
inventó el recuerdo y así fue todo.

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