lunes, 9 de julio de 2012

MARILYN AND MOLLY


Mientras espera la otra belleza,
Marilyn se sienta. La tarde trae
ese perfume del puente Brooklyn,
las voces de las brujas de Salem.

Marilyn lee mientras espera.
Y Molly Bloom, a su lado, piensa:
I yes to say yes my mountain flower and first
I put my arms around him.
No hay nada que temer,
salvo el propio miedo, piensa a su vez Marilyn
al oír el susurro de Molly.

La tarde, poco a poco, se pierde.
Como los coches del puente
porque desde arriba no hay dolor:
el asfalto invita a la danza del alma.

Molly susurra:
yes and drew him down to me so
he could feel my breasts.
Dormir y descansar la pesada cabeza
en su pecho pues mi amor todavía
duerme junto a mí, Marilyn escribe
y su mirada y su boca eternas
perdiéndose en las páginas.

Ha pasado la tarde. Llega la noche.

Y danzas del alma me esperan
y entonces ellas nos susurran:
and his heart was going like mad and yes.
Molly desfallece en mi cama: And yes.
Marilyn duerme conmigo. And yes.
Marilyn, Molly, la otra belleza que se nos acerca
y encima las brujas gritan:
Sí dije sí quiero
¡Sí!