miércoles, 22 de septiembre de 2010

No quisiera ser aquel poeta de las mil primaveras

y los balcones con su número, sus setenta y flores de pico

porque la comisura de un pliegue

es el agua en el agua,

un prisma de hálito en éxtasis

y tu boca, ayuno de pan y sexo

en espesa cumbre,

en espesa

fauna

Lo sabés, mi amor, no quisiera ser (¿y qué,

misterio o zapatilla, es?)

no quisiera ser ese poeta pero quiero

una primavera para encender un ritmo

en los ecos de tu voz,

y otro pliegue, lo sé,

y otro pliegue

y otro felino en bola de lana

ah, se cubren las mantas de nuestras manos,

ah, se empastan las eses del silencio en nuca

se aquieta la cuerda que tensa

qué tensa mi flor en tu olvido?

No quisiera decir otra vez te amo

pero en la cesura del "te" y el "amo"

quisiera ver el agua en el agua

el pan en su cumbre

una la escultura del viento

y el soplido en eco

y un soplido en eco

y un soplido en eco