miércoles, 27 de mayo de 2009

EPIFANÍA Y OLVIDO

Cobijada de azul la luna
en el río de la plata.
Cerca, mi sombría nube ayuna
en la ola que rompe y delata
que todo pasa y nada perdura.
Lo arcaico no es la esencia
y, sin embargo, mi existencia
en la tierra cifra su aventura.
En estas aguas imagino
sumergir mi destino,
que es viento y ceniza y oro
y polvo negro de ningún tesoro.
Pronto seré epifanía y olvido,
el alivio de ser sin haber sido.

1 comentario:

  1. Sin dudas, el alivio de ser sin haber sido.
    En las venas del poema circula Borges. Pero el corazón es de Dupont. Y la mirada que asiente es la de este Varón, que consciente de nuestra inevitable caducidad, sigue y sigue.
    Eso es lo más duro, Dupont. Uno sigue corriendo atrás de la vida para luego refugiarse en el rincón del olvido.
    Pero están estas líneas que lo cambian todo. Hay un registro de que sos, de que fuiste. Algo para dejarle a los jóvenes del futuro que se harán las mismas preguntas. Que se angustiarán con las mismas cuitas.
    Mientras tanto, sabé de lleno que este amigo no te olvidará.

    Abrazos.

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