"Cada uno crea de las astillas que recibe la lengua a su manera con las reglas de su pasión -y de eso, ni Emanuel Kant estaba exento."
martes, 18 de enero de 2011
Socrateces
Sólo sé que lo sé todo.
Todo es sí. Todo es no.
Algunas veces el sí es no;
otras el no, sí.
Y sólo si se está solo
con uno mismo se sabe.
Cierta vez le preguntaron
a un filósofo por el secreto
del universo. Dijo:
"yo me busqué a mí mismo".
Sólo si se está solo se sabe.
Y no se puede no estar solo.
Y no se puede no saber
y, sin embargo, no se sabe.
martes, 4 de enero de 2011
Se hace la hora del silencio
y la guitarra, mustia, lo sabe.
Una montaña de puchos,
una maraña de sombras
por cada cesura de risa
(la mar lejana era mi nombre cuando
no sabía,
la mar lejana era mi voz
en agonía).
Un arpegio.
Se hace silencio.
Ojos boca y suspiros sobre el vidrio
(esmerilado).
Las caras se dibujan en torno,
la bruma agiganta al compás.
Guitarra que nos conoce nos conoce cuando solloza
cuando solloza milongas cuando solloza milongas cuando solloza milongas
de un sueño.
Sueño, triste
(el mar te secaba cuando ignorabas mi nombre,
la mar te ignoraba cuando secabas mi nombre).
Todos lo sabemos: no hay más rasgueos.
Al alba secarán desiertos
(montañas de sombras…).
Marañas de sombras se acostarán en nuestras casas,
en nuestras casas luminosas
(no habrá tempestades, claro…)
en nuestras casas el día recién comenzará,
(recién empezó…)
cuando duerma
(cuando duerme, lo sé),
mustia,
la guitarra.