sábado, 13 de agosto de 2011

APUNTES SOBRE LA CREACIÓN ARTÍSTICA





¿Qué le ocurre al cuerpo del artista cuando crea?


Lo entrega, en litúrgico gesto. En primera instancia, objeto y sujeto se identifican, simbólicamente, y el cuerpo recibe las huellas de la transacción que la imaginación realiza. La imaginación, análoga a la tarea de un demiurgo, no extrae sus resortes poéticos de la nada, sino que, sobre un material en perpetuo caos de sensorialidad e ideas - evocado en el psiquismo del artista - aplica diversos criterios estéticos para producir sensibilidad creadora, que se plasma en una dimensión fulgurante: la obra de arte.


Obra que, similar al proceso de un sueño, es cuidada en su representación mediante mecanismos que la embellecen, la organizan, la duplican al infinito, le imprimen leyes propias. Por ello la obra existe a manera de cosmos, como un todo cerrado, una opacidad con corazón propio, independiente de su creador.


El artista, pues, resulta un puente tendido entre la realidad (o irrealidad) de su tiempo, las huellas del lenguaje estampadas en su sensibilidad y el proceso universal de la cultura.


Su cuerpo podría resultar una metáfora de la humanización del hombre primigenio y de la propia naturaleza. El ejemplo del demiurgo es válido también para el bípedo naciente que construye, en un vínculo único con el suelo de la tierra, los objetos que lo cobijarán en la intemperie y cuya nueva dimensión de lo real irá trastocando su biología y su genética (su vida como especie).


El artista, en el devenir de la creación de su obra, sufre una metamorfosis similar.


Tal como el científico y el radio de su estudio se transforman en el transcurso del conocimiento, el artista crea conocimiento y se crea en su existencia peculiar. Así, en la decadencia de su cuerpo orgánico, da cuenta de las huellas de la perpetua lucha entre el acto de conocer y transformar la realidad dada en universo humano. Hablamos del aspecto antropológico de dicho trabajo.


Trabajo que nos demuestra la dinámica poética de lo subjetivo, lo intersubjetivo y la gestación de humanidad, en un acto de negación de los estados positivos y abstractos de lo que se nos presenta en la inmediatez (Aquí y Ahora). O, si se prefiere, encarnación sublimada de la lucha de deseos (tal como fue descripta por Hegel) y la hominización del primate (Evolución).

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