sábado, 12 de diciembre de 2009

y entonces sólo deserciones
como magmas,
como mermeladas desgarrando bosques
espadas
olivos
con mi gota de sangre como alfileres deshojando
la materia de leches, ternura, misterio

sólo entonces
reverberan las fantasías de colegialas suicidas,
de terroristas
miedosos de sábanas descuartizadas
como oscuridades empapadas de ceniza
como troncos de humo encinto y pilas de diarios, empanadas, crucigramas

y una vez sólo, viste, proyectándose en el cine
todos tus sueños
y una vez se pudo envenenar la luna de Buenos Aires
y sólo la entonación de un café a punto de babearse

baba, viento, medias, esperma,
apilo, apilo, apilo

y juro por la desmemoria de mis hojas
que vi desmadrarse los canteros
de los jardines y los opacos azulejos

y perjuro,
oh: que hueso que reitera, recupera, regresa
que para resarcirnos de tanto sonido verde
y piedras ensordecedoras
y sabores a burbujas rojas.

2 comentarios:

  1. ¡y jure! que sobre las hojas del otoño quedará impreso el nombre de un hombre que se ha acotumbrado a hablar desde el alma... ese nombre será el suyo.

    Amigo Victor, le dejo un abrazo.

    P/d: si puede, recuerde avisarme cuando sale a luz "Cabritos a sacrificio"

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  2. Querido amigo, gracias por sus palabras. Uno se siente poeta con lectores como usted.
    Mi librito estará saliendo probablemente en marzo del año próximo. Con suerte, antes. Lo mantengo al tanto y gracias por sus palabras, realmente son un estímulo para la soledad de quien, a su decir, "habla desde el alma". Gracias, otra vez. Un gran abrazo.

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