lunes, 16 de noviembre de 2009

CINE Y NAZISMO


PUNTOS DE PARTIDA

Para este artículo partimos de la siguiente premisa: el cine puede proponer una versión o interpretación rica y compleja de un asunto tan rico y complejo como el fenómeno del nazismo.
Y partimos del supuesto de que el lenguaje del cine puede evitar, si se lo propone, la desinformación y sus procedimientos (maniqueísmo, descontextualización, demonización, simplificación).
Mejor dicho: cierto cine puede.
Analizaremos dos películas con originales puntos de vista para narrar y representar el horror.


EL GRAN DICTADOR

“Hay que reírse de Hitler”, decía Chaplin en 1938, a raíz de la ocupación alemana en Austria.
Y así, en 1940, filmó El Gran Dictador: Parodia del nazismo, de los dictadores fascistas y alegato de la libertad, la paz y la democracia.
En esta sátira, Chaplin interpreta a Hynkel y a un tragicómico barbero judío que, en el interior de los guetos, se enreda en peripecias varias con la GESTAPO.
Chaplin logra desplegar sus recursos interpretativos con riqueza.
Con Hynkel - dictador que tiene un plan para dominar el mundo - Chaplin elabora, en clave de comedia, una variedad de registros de alta complejidad y condensación. Lo hace desde dos frentes: la voz y el gesto. Para el primero, emplea diferentes entonaciones en función de la expresividad (y emotividad) autoritaria de los discursos. En el segundo, a través de hipérboles gestuales y ademanes exagerados para develar, caricatura mediante, la caricaturesca retórica corporal del tirano.
En su artesanía actoral nos propone una deconstrucción del discurso fascista.
En tanto, con el barbero judío tenemos al Chaplin clásico. Aborda una composición con bastante de pantomima y cadencia circense (el personaje casi no habla). Comedia física o de enredos, en esta dimensión del argumento nos topamos con una sátira de las persecuciones de los judíos en manos de la GESTAPO y una confusión de los límites entre la farsa y lo trágico.
La puesta en escena precisa, el ritmo dramático, la narrativa económica y la música no como complemento sino como nueva dimensión de la imagen (herencia de su cine anterior, mudo); ese todo nos muestra a un Chaplin en sus cumbres. Un Chaplin que logra, mediante una síntesis de sus recursos cinematográficos, una obra audaz y sumamente crítica del nacionalsocialismo; y, en lo profundo, de los poderes dictatoriales en general.
Recordemos el año de la pieza: 1940.
En aquel entonces no era políticamente correcto cuestionar al nazismo. Y, menos aún, mofarse como Chaplin lo hacía, con tal desparpajo y convicción.
“El Gran Dictador”, como espectadores, como ciudadanos de un mundo en guerra (ayer, hoy), nos interpela allí, en la difusa frontera entre el horror y la comedia.
Nos sorprende un Chaplin humano construyendo su manifiesto contra el poder.
Recordemos la última secuencia:
Carlitos abandona su máscara Hynkel y nos brinda ese inolvidable y visceral discurso a favor de la democracia, la libertad y la paz.
Estemos o no de acuerdo con el contenido ideológico de la película, la línea general de acción - reafirmada por el final - es clara y no padece enfermedades o miserias políticas (más bien, las devela).
La reflexión inspirada alienta: en tiempos de complacencia y resignación - como los nuestros -, la actitud de Chaplin no deja de ser estimulante y admirable.


LA VIDA ES BELLA

En La vida es bella (1997), Benigni nos propone una perspectiva singular y polémica para el nazismo: Un padre y su hijo en un campo de concentración.
Desde su ingreso al sitio del espanto, Guido, un italiano de cuarenta años (Benigni), le oculta a su hijo - Josué - el horror en el que se encuentran sumergidos.
Transforma, así, el escenario trágico en un juego.
El holocausto se convierte, a los ojos del niño - y del espectador -, en una divertida competencia en la cual se deben sumar puntos para ganar un tanque.
Surgen, de entrada, algunas dudas:
¿Cómo logra convencernos la película, así como Guido a Josué, de que la vida, a pesar de todo, resulta bella? ¿Lo logra?
Por lo pronto, la obra está estructurada en dos partes.
En la primera, Guido conoce a Dora, a quien conquistará con encanto y esmero para después formar una familia.
En este primer bloque, el film explora un tono de comedia romántica, con algunos clichés propios del género y secuencias que pretenden conmover e identificarnos con sus personajes. Concepción preparatoria del nudo gordiano de la obra, el “primer acto” de La vida es bella nos presenta un universo humano que invita a mirar (sentir) desde las emociones.
En el segundo bloque, se produce una modulación de dicho tono y nos metemos, gradualmente, en el horror - aunque sin abandonar del todo el humor.
El clima de fascismo ya había sido anunciado en una secuencia paradigmática (pintan el caballo del tío de Guido con un mensaje antisemita).
La comedia da lugar a la tragedia.
En todo momento (y sobre todo en la segunda parte) se hace difícil sustraerse al encanto interpretativo de Begnini. Pero resulta necesario separarse del aura emocional inducida por el montaje y el lenguaje del film, para pensar ciertas cuestiones de fondo relativas a la axiología propuesta por la película. Por ejemplo:
¿El ser padre debe prevalecer al ser judío?
¿Puede la supervivencia individual estar por sobre la colectiva? En tanto, Guido se focaliza en la salvación de su hijo y desatiende lo que sucede a sus compañeros.
Si a la puesta en escena, la interpretación y el guión consignados desde personajes unidimensionales, con escasez de matices y pocas contradicciones internas, le sumamos un final triunfalista y “feliz”; tal vez podamos responder sin dudas a estas cuestiones.
Pero no es tan fácil ni sencillo el asunto.
La película no pretende hacer revisionismo histórico sino conmover, emocionar y contar una historia del holocausto desde un punto de vista diferente. Desde allí, lo logra con contundencia.
Ahora bien, ¿es o no es legítimo este objetivo?: ¿Hay que reírse y emocionarse con el holocausto?
¿La vida es bella?
Que decida el espectador.


EL DICTADOR EN INTERNET

Final de El Gran Dictador. Discurso sobre la libertad y la paz.
http://www.youtube.com/watch?v=3cFTJ9q5ztk&feature=related

Discurso de Hitler a las juventudes alemanas.
http://www.youtube.com/watch?v=3VRv8id8Wjs&feature=related

Escena del Globo terráqueo. Hynkel jugando con el mundo.
http://www.youtube.com/watch?v=3ufGTd1Hpfg&translated=1

1 comentario:

  1. Hay veces, como esta, en que me doy cuenta lo poco que sé de cine... y lo mucho que me falta por aprender.

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