Un pedazo de oro turbio entre tus manos,
escama en la almendra
y la luz de los relojes
calentándose
tu vientre la caldera y el agua de los meses
corazón
y derrame en la cruz
de los ojos
un gran ojo, cíclope
que mira
desde la forma de una camilla
la reforma de un reflejo
de luna
en las horquillas
¿dónde iremos a parar entre tanta pasión, mientras el perro
de tres cabezas ladra
su responso en la lejanía?
Trozos de ceniza y trozos de culpas y pergaminos
en trozos donde el amor inscribe
su elegía,
¿alguna vez supiste besar la boca del río
sin sentir la desesperación,
sin la ansiedad del ocaso
al galope, al galope de un jinete ebrio?
Río, cuenca, pendiente y me río
porque te tengo
aún si arde la jirafa, fuego y piel,
en la escena de los pezones
y los dientes tiernos,
yo también fui niño encarcelado
en libertad
un ojo sobre genitales y una risa
de ensueño por tu gracia
¿Una muestra gratis de "cabritos a sacrificio"?
ResponderEliminarMuy bello poema. Sentimiento y expresión en estado puro... ya lo dijo usted en un anterior post "poema-espiral poema-círculo poema-hueco poema-infinito". El cuadro de un amor apasionado y quizás eterno... también poema.
Un gran saludo Victor, un placer como siempre. Hasta pronto.