No quisiera ser aquel poeta de las mil primaveras
y los balcones con su número, sus setenta y flores de pico
porque la comisura de un pliegue
es el agua en el agua,
un prisma de hálito en éxtasis
y tu boca, ayuno de pan y sexo
en espesa cumbre,
en espesa
fauna
Lo sabés, mi amor, no quisiera ser (¿y qué,
misterio o zapatilla, es?)
no quisiera ser ese poeta pero quiero
una primavera para encender un ritmo
en los ecos de tu voz,
y otro pliegue, lo sé,
y otro pliegue
y otro felino en bola de lana
ah, se cubren las mantas de nuestras manos,
ah, se empastan las eses del silencio en nuca
se aquieta la cuerda que tensa
qué tensa mi flor en tu olvido?
No quisiera decir otra vez te amo
pero en la cesura del "te" y el "amo"
quisiera ver el agua en el agua
el pan en su cumbre
una la escultura del viento
y el soplido en eco
y un soplido en eco
y un soplido en eco
Impresionante! "(¿y qué, misterio o zapatilla, es?)".
ResponderEliminarEspero que retomes este espacio para poder seguir admirandote.